sábado, 3 de septiembre de 2011

Amat y Juniet y Micaela V illegas de Hurtado de Mendoza


En la historia del Perú Colonial llamado también virreinal no fue excepto al amor en todas sus expresiones desde aquel amor celestial y divino de los santos de este período de la historia como lo fue el de Santa Rosa de Lima y de un fraile llamado Martin de Porres de linaje aristocrático que fue llevado a los altares como el primer santo afro que se elevo a los altares por la siempre soberbia y clasista y racista iglesia católica a los carnales amores de un Virrey aristócrata llamado Manuel de Amat y Juniet y una bella criolla cuyo nombre nos recuerda a una época de boato y frivolidad limeña nos referimos a doña María Michaela Villegas y Hurtado de Mendoza moza de apellidos españolisimos que marco toda una época en la historia del Perú
Ella según sus más acuciosos biógrafos nace una mañana del 30 de abril de 1748 así Según consta en su partida de bautismo hallada en la iglesia San Sebastián en Lima, (aunque no especifica donde). Fue la primera de 6 hijos que tuvieron Joseph Villegas y Arancibia, arequipeño y María Teresa Hurtado de Mendoza y de la Cueva, limeña.

Poco se sabe de su niñez, su familia era de condición modesta y vivieron en el barrio del Rímac. Aprendió a leer y escribir, cosa poco común para las mujeres de la época, haciéndose aficionada a las obras de Lope de Vega y Calderón de la Barca, gustaba también del canto y danza, y de temprana edad mostró vocación por el teatro, aun cuando ese oficio era considerado como indigno e impropio para una mujer
A los 15 años debutó en el Coliseo de Comedias, propiedad de Maza, conocido actor y empresario teatral, quien la protegió y enseñó el oficio teatral.

El teatro era su pasión, y antes de cumplir 20 años, su talento, y elocuencia la convirtieron en la actriz de moda. Dotada de imaginación ardiente y fácil memoria recitaba con suma gracia romances caballerescos y escenas cómicas. Todos los días el teatro se abarrotaba de público, era muy admirada y su fama trascendió los límites del Virreinato.

Es en esa época que inicia un romance que duró 14 años con el sexagenario Virrey don Manuel Amat y Juniet convirtiéndose en la relación más escandalosa del siglo XVIII, Amat la hizo su amante y el centro de la vida social limeña. En 1769 tuvieron un hijo al que llamó Manuel.

Micaela Villegas propició muchas de las construcciones que Amat realizó en su gobierno: La Alameda de los Descalzos, el bello palacete La Quinta de Presa, que era la casa solariega de la aristocrática familia Carrillo de Albornoz y Bravo de Lagunas Marqueses de Montemar y Monteblanco, el Templo de las Nazarenas que albergaría la imagen del Señor de los Milagros de la cual era devota y El Paseo de Aguas, que fue construido para impresionarla. La tradición cuenta que cuando éste le profesó su amor, ella le respondió que lo aceptaría si él pusiera la luna a sus pies, entonces el Virrey mandó construir el Paseo de Aguas, acordonado por unos arcos de estilo francés y al centro una amplia fuente donde se reflejaba el cielo, y en una noche de luna llena la llevó al borde de dicha fuente, diciéndole “... hoy pongo la Luna a tus pies”.
pero con el devenir del tiempo en la historia del Perú esta joven doncella seria conocida como la perra chola o perricholi nombre que tiene varias versiones de su origen como a continuación explico .
El apelativo "Perricholi" es atribuido al Virrey Amat, pero existen varias historias respecto al significado del mismo. Dicen que Amat la llamaba en la intimidad "peti-xol" que en catalán significa "alhaja" o "joya"; se dice también que el término "pirri" era usado en aquella época como diminutivo, por lo que "pirri-choli" o "petit-choli" significaría cariñosamente "cholita". Sin embargo la historia más conocida es muy poco romántica: en una de las tantas peleas de los amantes, Amat la llamó enfurecido "perra chola" que en su acento catalán sonaba a "perri choli"; el incidente trascendió fuera del Palacio, y la alta sociedad limeña que no le tenía mucho aprecio comenzó a llamarla La Perricholi para humillarla.

Aunque fue muy celebrada por su belleza, no existe ningún retrato de ella, solamente descripciones muy entusiastas, como la de José Antonio Lavalle y otras menos halagadoras como la de Ricardo Palma, pero todas coinciden en hacerla dueña de una gracia y encanto sin igual.

"Miquita", como la llamaba cariñosamente Amat, gustaba de exhibirse junto al Virrey y provocar la envidia en la nobleza colonial limeña. Su carácter impulsivo protagonizó no pocos escándalos: en una ocasión abofeteó a un actor en medio de una representación teatral ante las pifias del público. Este hecho hizo que Amat se separara de ella por espacio de dos años, durante los cuales también se alejó del teatro, finalmente, se reconciliaron y un mes después volvería a las tablas en la representación más aplaudida de toda su carrera.

Sus caprichos eran tan impredecibles como sus arranques de generosidad. Uno de los episodios más conocidos de su vida fue el celebrado paseo que dio en una fastuosa carroza con enchapes en plata durante la fiesta de la Porciúncula, situación que tomó ribetes de escándalo, pues este privilegio solo pertenecía a miembros de la nobleza. De regreso a su palacete se topó con el humilde párroco de la Iglesia de San Lázaro quien portaba el Santo Sacramento y se dirigía a pie a casa de un moribundo. Avergonzada de su frivolidad, bajó del carruaje y se arrodilló frente al sacerdote rogándole que lo usara para llegar a su destino; luego regaló la valiosa carroza a la Parroquia.

Como todo romance tiene su final este termina cuando el famoso virrey es llamado por la corona Española dejado Lima para siempre halla por los años de 1776.no sin antes dejarla en una cómoda posición a doña Micaela.dueña de varias propiedades
Micaela se quedó en Lima con su hijo, y tuvo que enfrentar los ataques de los enemigos del ex Virrey, que se manifestaron mediante canciones y folletines, siendo el "Drama de los palanganas: veterano y bisoño" el más injurioso.

En 1788 se despidió de los escenarios y adquiere el Real Coliseo de la Comedia asociándose con Vicente Fermín de Echarri con quien se casaría en 1795. Desde entonces llevó una vida tranquila y dedicada a la administración del teatro. Trece años más tarde, queda viuda.

A la muerte del ex Virrey Amat en España, su hijo Manuel viajó a la Península para reclamar la herencia como único hijo de Amat, pero debido a su condición de ilegitimidad regresa sin éxito a Lima, donde se casó en 1810.
Pero la vida del conocido chapetón catalán no empieza con la Villegas si no mucho pero mucho más ante así consta en la genealogía de este aristócrata catalán según los archivos de la municipalidad o municipio de Cataluña.
Manuel de Amat y Juniet Planella Aymerich y Santa Paul , en II Marqués de Castellbell fue un militar y administrador colonial español. Gobernador de Chile (1755-1761) y Virrey del Perú (1761-1776) .
Nació en el seno de una aristocrática familia española. Hijo de Josep de Amat y de Planella (primer marqués de Castellbell) y de Mariana de Junyent y de Verges (hija del primer marqués de Castellmeià).
Demostró tener dotes castrenses desde muy joven, participando ya en 1719 en acciones bélicas contra los franceses en Aragón. A los 17 años ingresó en la Orden de Malta y marchó a la isla como caballero permaneciendo en ella cuatro años. Sirvió en las guerras de África y por ello obtuvo el mando del Regimiento de los Dragones de Sagunto.

Se destacó en la batalla de Bitonto (Reino de Nápoles, 25 de mayo de 1734) con el contingente que al mando del conde de Montemar derrotó a las tropas austríacas de Visconti y Traun, en la guerra de sucesión de Polonia y sobresalió en el asedio de Gaeta (1734). En su carrera militar llegó a alcanzar el grado de mariscal de campo.

Gobernador de la Audiencia de Chile

Pasó a América cuando en 1755 fue nombrado Gobernador y Presidente de la Real Audiencia de Chile. Recorrió todo el país y mandó construir varias fortificaciones en la costa y en la frontera mapuche (por ejemplo, Santa Bárbara) y fundó poblaciones junto a ellas como Talcamávida, Hualqui y Nacimiento. Convocó parlamentos con los mapuches, primero en el Salto del Laja (1758) y después en Santiago (febrero de 1760), con el fin de garantizar la seguridad de las comunicaciones entre Concepción y Chiloé, pero finalmente sólo consiguió un acuerdo parcial.
En Santiago emprendió importantes obras públicas y tareas administrativas, como la prolongación de los tajamares del río Mapocho, un mercado en la Plaza de Armas, la reestructuración de la Real Universidad de San Felipe (1757), y la organización, el 12 de octubre de 1758, del primer cuerpo de policía chileno, el cual se llamó "Dragones de la Reina", denominación que mantuvo hasta 1812 cuando pasó a llamarse "Dragones de Chile". Pidió que se le hiciera un Juicio de Residencia, del cual salió favorecido.
Virrey del Perú
Sucedió como Virrey del Perú en 1761 a José Antonio Manso de Velasco, conde de Superunda, que había gobernado desde 1745. Fue reemplazado en 1776 por Manuel de Guirior, marqués de Guirior. Durante su período de gobierno al frente del Virreinato del Perú hizo varias obras de infraestructura en Lima: la Alameda de Acho (1773)2 como reconstrucción del paseo de la Alameda de los Descalzos, la Plaza de Acho, la Quinta Presa, la Fortificación de la fortaleza del "Real Felipe", la Torre de la Iglesia de Santo Domingo y el Paseo de Aguas en el actual distrito del Rímac. La tradición dice que dicha obra la hizo en honor a su amante Micaela Villegas, más conocida como La Perricholi. Entre las casonas que, según tradiciones orales y leyendas urbanas, tuvo como propiedad está la Quinta del Prado3 , una señorial vivienda del Jr. Trujillo, entre otras.
Teniendo conocimiento de los descubrimientos de James Cook en la Polinesia, organizó tres expediciones a las Islas de la Sociedad.
Patrocinó la construcción de la nueva Iglesia de Las Nazarenas, la misma que inauguró en enero de 1771.
Su gobierno fue favorable a la corona en cuanto que aumentó considerablemente las remesas a Madrid.
En 1776 fue cesado como Virrey del Perú, siendo su sucesor Manuel de Guirior.

Vida en España

En 1776 regresó a Barcelona y mandó construir un suntuoso palacio en La Rambla, luego conoció a Maria Francesca de Fiveller y de Bru, con quien se casó el 3 de junio de 1779; la boda se celebró por poderes, ya que el novio estaba en Madrid5 .
El 14 de febrero de 1782 murió el virrey y dejó a su mujer y a su sobrino, Antonio de Amat y Rocabertí como herederos; la viuda residió en el palacio hasta 1791, por lo cual se lo conoce como el Palau de la Virreina.

Descendencia
Con Micaela Villegas y Hurtado de Mendoza
Manuel de Amat y Villegas
Con Josefa de León y Riso

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